DOCUMENTO DE POSICIÓN RESPECTO A LA IMPLANTACIÓN DE UN SDDR OBLIGATORIO
1 EL SISTEMA ACTUAL DE RECUPERACIÓN DE ENVASES ES EL ÚNICO CAPAZ DE GESTIONAR EL 100% DE LOS ENVASES DOMÉSTICOS
El SDDR obligatorio tiene un alcance muy limitado: envases de PET y latas, pero de sólo unos pocos productos: aguas, refrescos, zumos y cervezas. Los envases a los que se dirige sólo representan el 9% del total de las toneladas de envase doméstico.
Elude hacerse cargo de materiales como el papel-cartón, el PEAD, el film plástico, el cartón para bebidas o el vidrio. Y ni siquiera cubre íntegramente en cuanto al total del PET y las latas ya que hay muchos productos envasados en ellos que el SDDR no se recupera: aceite, leche, bebidas alcohólicas, productos de limpieza e higiene personal, etc.
No es verdad que el SDDR obtenga un reciclado de mejor calidad, lo que hace es orientarse sólo al mejor material, dejando la gestión del resto al SIG.
Los motivos que justifican la elección de los envases que estarían sometidos al SDDR son puramente arbitrarios. En la Comunicación 2009/C 107/01 de la Comisión, de 9 de mayo de 2009: Envases de bebidas, sistemas de depósito y libre circulación de mercancías, se dice textualmente: “No hay justificación para dar a entender que un envase constituya un problema mayor o menor según el producto que contenga”.
2 EL SDDR NI ES COMPLEMENTARIO, NI SUSTITUYE A LA RECOGIDA SELECTIVA YA QUE SE DIRIGE A ALGUNOS ENVASES YA INCORPORADOS A ELLA
Todos los tipos de envase para los que se está proponiendo implantar el SDDR obligatorio están ya incorporados en la recogida selectiva que los entes locales han ido implantando.
El SDDR obligaría a los ciudadanos a cambiar su comportamiento y dejar de llevar esos residuos de envase al contenedor selectivo para llevarlos a una tienda. Pero el resto de los envases deberá seguir aportándolos en la recogida selectiva municipal. Por tanto el SDDR no sustituye al actual sistema sino que se añade a él.
3 SUPONE UN CAMBIO EN LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA, PASANDO DE UN SISTEMA VOLUNTARIO (SIG) A UNO OBLIGATORIO (SDDR)
El sistema actual de recuperación de envases en España está basado en la colaboración voluntaria del ciudadano. Gracias a ella en sólo 17 años se ha alcanzado una tasa de reciclado del 73,7%.
Sin embargo en el SDDR obligatorio se cobra al ciudadano una fianza, inexorablemente y por adelantado, para garantizar que participe y sólo se le restituye en la medida en que devuelve todos los envases. Por tanto es un sistema obligatorio y cambia radicalmente la concepción que hasta ahora se tenía de la recogida selectiva, que era voluntaria y apelaba a la conciencia ambiental de los ciudadanos, no a su bolsillo. Este cambio lo sufrirán especialmente los ciudadanos que actualmente ya colaboran de forma voluntaria en la recogida selectiva, al verse obligados a participar en un sistema más molesto y costoso. Hablar del importe del depósito como un “incentivo” es un eufemismo que falsea la verdadera naturaleza del cambio.
4 EL SDDR CONTRIBUIRÍA POCO A MEJORAR LAS TASAS GLOBALES DE RECICLADO DE ENVASES
Dado que el alcance del SDDR propuesto cubre sólo unos pocos envases (el 9% de las toneladas de envase doméstico puestas en el mercado), aunque se aumentase su tasa de reciclado del 73,7% hasta el 90%, la contribución a la tasa global de reciclado de envases sería de apenas 2 puntos porcentuales.
Más del 95% de las toneladas de envases recuperadas hoy en día en Europa lo son a través de los SIG.
5 EL SDDR OBLIGATORIO ES MÁS INCÓMODO PARA EL CIUDADANO
A. EL CIUDADANO SE VERÍA OBLIGADO A SEPARAR EN SU HOGAR UNA BOLSA ADICIONAL DE ENVASES: LOS QUE TENDRÍA QUE LLEVAR AL COMERCIO EN LUGAR DE AL CONTENEDOR SELECTIVO
Actualmente los entes locales piden al ciudadano que separe sus residuos de envases en diferentes fracciones dentro de su hogar: Los envases de vidrio, los envases de papel y cartón, los envases ligeros y si se implantase un SDDR obligatorio, ADEMÁS, el ciudadano tendría que separar una nueva “bolsa” específica con los envases sometidos a SDDR, almacenándolos sin compactarlos ni deteriorarlos hasta que decida llevarlos a un punto de venta.
B. EL CIUDADANO TENDRÍA QUE ELEGIR ENTRE ASUMIR LAS INCOMODIDADES PRÁTICAS DE PARTICIPAR EN EL SDDR O SOPORTAR LA PENALIZACIÓN ECONÓMICA QUE SUPONE NO PARTICIPAR
- Más esfuerzo: actualmente el ciudadano debe depositar todos los envases en un solo sitio (la recogida selectiva), con el SDDR tendrá que llevarlos a dos (unos a las tiendas y otros a la recogida selectiva).
- Recorrer mayores distancias para deshacerse de los residuos de envases al haber menos puntos disponibles para ellos: 100.000 tiendas en lugar de casi 300.000 contenedores.
- Los puntos de recogida están accesibles menos tiempo: el horario medio de apertura de las tiendas es de 11 horas (5-6 días a la semana), mientras que los contenedores están disponibles 24 horas al día (7 días a la semana).
- El tiempo necesario para materializar la aportación en los contenedores es mucho menor que en los comercios donde la operación requerirá una máquina o un dependiente, no pudiendo darse por concluida hasta que se recupere el dinero del depósito correspondiente a los envases retornados, lo que implicará aguardar la cola de la caja del establecimiento.
- El argumento de que los residuos de envases se pueden llevar cómodamente al comercio aprovechando que los consumidores tienen que ir a comprar es muy discutible ya que no siempre se ejercitan los actos de compra desde el lugar en el que se tienen acumulados los residuos de envases. A menudo los ciudadanos se dirigen a los comercios desde el trabajo o desde otros lugares en los que no tienen almacenados los residuos de envase. Es previsible que la limitada capacidad de almacenamiento de residuos de envases en el hogar obligue frecuentemente a realizar desplazamientos al comercio que no se realizarían de no ser por la necesidad de liberar ese espacio o recuperar los depósitos de dichos envases, lo que sin duda aumenta la incomodidad.
- Se producirá mucha confusión respecto a los envases que hay que entregar en el comercio. Ejemplos:
- Una botella de agua en PET sí estaría sometida pero no una de aceite o de jabón de manos.
- Una lata de zumo de tomate sí estaría sometida pero no una de salsa de tomate.
- Todas estas incomodidades pueden hacer que el ciudadano decida dejar de separar selectivamente el resto de fracciones para poder hacer correctamente aquella que afecta directamente a su bolsillo: separar sólo los envases sometidos a SDDR.
6 EL SDDR OBLIGATORIO ES MÁS INCÓMODO PARA LAS TIENDAS
A. EL SDDR INTRODUCE AL SECTOR COMERCIAL EN LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS DE ENVASES, SIENDO UNA ACTIVIDAD DE LA QUE ACTUALMENTE ESTÁ AL MARGEN
Todos los puntos de venta tendrían la obligación de:
-
- Aceptar los residuos de envases que les entregasen los ciudadanos (de los productos sometidos).
- Verifcar si los envases que el ciudadano entrega están en adecuadas condiciones (vacíos y sin abollar o compactar) y están realmente dados de alta en el SDDR. Si es así entonces deberán restituir al ciudadano el importe correspondiente a los depósitos de dichos envases.
- Custodiar dichos residuos de envases y entregarlos al operador del SDDR que se encargue de su recogida. Una vez aceptados por el SDDR, el punto de venta recibirá una transferencia por el importe de los depósitos adelantados al consumidor.
Todos los comercios se verían obligados a modificar sus requerimientos de espacio, personal, equipamiento y organización, para poder acometer las nuevas tareas respecto de los residuos de envases, alejándole de su negocio principal: suministrar productos mediante la aportación de valor añadido.
B. EL SDDR NO SE ADAPTA A LA REALIDAD COMERCIAL ESPAÑOLA
En España los comercios medianos y pequeños representan mucha más cuota que en los países del norte y el centro de Europa. En nuestro país el pequeño comercio es el más abundante. El grueso del comercio español de bebidas está compuesto por casi 80.000 establecimientos, que gestionarían la devolución de los envases manualmente.
7 EL SDDR NO ES MEJOR AMBIENTALMENTE
Explicación:
- Cada tonelada reciclada a través de SDDR evitaría emisiones a la atmósfera de 1,44 toneladas equivalentes de CO2.
- Cada tonelada reciclada a través de contenedor selectivo está evitando 1,97 toneladas equivalentes de CO2.
- Cada tonelada reciclada a través de los diferentes flujos de recuperación que el SIG desarrolla en España está evitando 2,04 toneladas equivalentes de CO2.
Se conseguiría una mejora ambiental mayor apoyando los actuales sistemas de recuperación existentes en España que implantando un SDDR obligatorio.
8 EL SDDR OBLIGATORIO ES MÁS COSTOSO
A. EL SDDR SE SOLAPA CON LA RECOGIDA SELECTIVA. AMBOS SISTEMAS TENDRÍAN QUE FUNCIONAR EN PARALELO: SUS COSTES SE SUMARÍAN
B. ¿QUE INVERSIÓN REQUERIRÍA IMPLANTAR EN ESPAÑA ESTE SISTEMA ADICIONAL DE RECUPERACIÓN (SDDR)? .
Para arrancar serian necesarios 720 millones de euros, principalmente para:
- La adquisición de las máquinas RVM por parte de los establecimientos que quieran llevar a cabo la aceptación de los envases de forma automática, y
- La instalación de las plantas de conteo que deberán gestionar los envases aceptados por los establecimientos que lo hagan manualmente (86% del total).
C. ¿CUANTO COSTARÍA ANUALMENTE ESTE SISTEMA ADICIONAL DE RECUPERACIÓN (SDDR)?
Los costes de gestión de estos residuos de envases, desde que llegan al comercio hasta que son reciclados, ascienden a 968 Millones de euros anuales.
D. ¿QUIÉN LO PAGARÍA?
- La explotación de publicidad en las máquinas cubriría 9 millones € anuales (1%)
- La venta de los materiales recuperados cubriría 69 millones € anuales (7%)
- Los consumidores que no devuelvan los envases 307 millones € anuales (32%)
- El conjunto de los consumidores españoles 583 millones € anuales (60%)
- TOTAL 968 millones € anuales (100%)
Generalmente los promotores del SDDR atribuyen al comercio y a las empresas envasadoras la obligación de cubrir los costes de gestión de estos envases desde que los ciudadanos los devuelven al comercio hasta que son reciclados, a través de unas tasas administrativas. La naturaleza obligatoria del SDDR hace que tales tasas funcionen como un tributo. Ningún producto de los sometidos podrá eximirse de su pago. Todas las empresas que comercialicen esos productos sufrirán la carga económica, lo que en la práctica asegura su transferibilidad al precio del producto y al consumidor. Es decir, que en el fondo es irrelevante a quien se le atribuya inicialmente ese papel puesto que más pronto que tarde ese importe se verá repercutido en el precio final de los productos envasados.
E. ¿QUÉ INCREMENTO DE COSTE SUPONDRÍA EL SDDR PARA EL CONSUMIDOR?
Hoy cada español a través del punto verde está pagando 1,5 € al año para que, gracias a las recogidas selectivas, se recicle un 73,7%.
Con el SDDR un español que reciclase el 100% de sus envases (y recuperase siempre el depósito) pasaría a soportar anualmente un coste de 12,5 €, debido a lo costoso de este sistema de recuperación. Si reciclase “solamente” el 90% de sus envases, como suponen los promotores del SDDR que ocurrirá, pasaría a soportar un coste de 19,05 € al año.
9 EL SDDR NO GENERA AHORROS A LOS ENTES LOCALES
A. EN LA RECOGIDA DOMICILIARIA (SELECTIVA Y RESTO)
Los entes locales han podido comprobar que la introducción de las recogidas selectivas de vidrio, papel-cartón y envases ligeros, que constituyen un tonelaje muy superior al previsto para el SDDR, NO les supuso ahorros en la recogida en masa por reorganización de las rutas o de las frecuencias. Con el SDDR pasaría lo mismo.
B. EN LA SELECCIÓN Y TRATAMIENTO
La propuesta del SDDR no da una solución a los contratos que la Administración mantiene con las plantas de selección de envases ligeros y con las concesionarias de recogida. Dichos contratos estipulan unos precios en estrecha relación con unos tonelajes. Este hecho afectaría y complicaría legalmente la situación de los entes locales de todo el país, que verían fuertemente reducida la cantidad de dinero procedente de los SIG en concepto de compensación por los extracostes de recogida y selección de los envases que ahora pasarían a circular por el SDDR.
C. EN LA LIMPIEZA VIARIA
Incluso podría producirse un incremento del coste de limpieza viaria si se produjeran rebuscas en los contenedores para sustraer los envases con depósito que los ciudadanos no hubieran retomado. Este hecho se viene produciendo en España en cuanto sube el valor de mercado del papel-cartón. Hay personas que en su afán de retirar papel-cartón de los contenedores (especialmente los selectivos) ensucian la vía pública, generando voladuras y deteriorando gravemente el estado de limpieza general, siendo necesario incrementar la frecuencia de paso del servicio de barrendería y aumentando su coste. Un depósito de 20 ó 25 céntimos por envase equivaldría a atribuirle un valor al residuo muy superior al del papel-cartón, lo que constituirá un importante efecto llamada a dicha rebusca, independientemente de que tenga éxito en su empeño o no.
10 OTROS PAÍSES TAMBIÉN HAN ESTUDIADO EL SDDR Y LO HAN RECHAZADO
Una decisión con tan graves y variadas consecuencias como la de imponer un SDDR debe ser adecuadamente estudiada. Respecto a la imposición obligatoria de sistemas de depósito, la Corte de Justicia de la UE advierte que su necesidad, idoneidad y proporcionalidad deben ser estrictamente justificadas por el estado miembro que desee imponerlo.
En los últimos años países como Francia, Reino Unido, Chequia e Irlanda lo han estudiado detenidamente y lo han rechazado con argumentos análogos a los expresados en este documento.
Incluso Holanda que mantenía un SDDR para envases grandes de PET ha anunciado su desmantelamiento en 2016 y su rechazo a implantarlo para envases pequeños en el futuro.
El país con la mayor tasa de reciclaje de Europa es Bélgica, que gestiona sus envases a través de un SIG con una gama de fórmulas de recuperación entre las que destaca la recogida selectiva municipal, igual que ocurre en España.